Jesús

 Jesús


A esta altura del blog, cabe preguntarse: ¿Puede Jesús entenderme cuando un ser querido sufre? La respuesta es un completo y rotundo sí.

Primero, hay que recordar que Jesús se hizo igual a nosotros, menos en el pecado: “Pues no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, ya que ha sido probado en todo como nosotros, excepto en el pecadoHebreos 4,15

Esto también se veía en el post anterior, cuando se habla del versículo que se dice es el más corto de toda la Biblia: “Y Jesús lloró” (Juan 11,35), al ver el sufrimiento Marta y María por la muerte de su hermano Lázaro. El texto continúa: “Los judíos entonces decían: Miren como le queríaJuan 11,36.

En los sufrimientos de mayor angustia, piense por ejemplo en el terror de Ana Frank durante el holocausto judío, o de Immaculée Ilibagiza sobreviviente del genocidio de Ruanda. Jesús también se puede identificar con esas situaciones, pues el mismo experimentó un sufrimiento tal en el huerto de los olivos, que lo llevó a derramar lágrimas de sangre.

Si nosotros sufrimos al ver el dolor en una persona que amamos, Jesús también sufre con nosotros, porque Él mismo lo experimentó. Podemos vernos en Jesús sufriente, y en Jesús sufriente nos podemos ver a nosotros.

En el diálogo con Nicodemo, Jesús le dice que “tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito para que todo el que crea en él no muera, sino que tenga vida eternaJuan 3,16. Este diálogo entre Jesús y Nicodemo se refiere al sufrimiento en su sentido definitivo. La palabra clave es “no muera”, cuyo significado está dado precisamente en las siguientes palabras: “sino que tenga vida eterna”. Se muere entonces cuando se pierde la “vida eterna”.

Lo contrario de la salvación no es, pues, solamente el sufrimiento temporal, cualquier sufrimiento, sino el sufrimiento definitivo: la pérdida de la vida eterna, el ser rechazados por Dios, la condenación” (Salvifici Doloris, n° 14)

Por esto Dios Padre da a su Unigénito Hijo al mundo, porque, se puede inferir, que Dios sufre al ver que uno de sus hijos “muera” en el sentido antes expuesto: sufre un hombre mortal al ver a su hijo autodestruirse en vicios o peor aún suicidándose, sufre también Dios al ver a sus hijos autodestruirse o suicidándose-apartándose de la vida eterna que Él tenía pensado para ese hijo. Pues si nosotros, seres mortales, que fuimos hechos a imagen y semejanza de Dios (Génesis 1,26), experimentamos dolor y sufrimiento por alguien más, eso también se ve reflejado en Dios, que es nuestro molde de esa imagen y semejanza (aquí no vale decir que cuando fuimos hechos rompieron el molde; no, el molde todavía está ahí).

Si un hombre se hace partícipe de los sufrimientos de Cristo, esto acontece porque Cristo ha abierto su sufrimiento al hombre porque Él mismo en su sufrimiento redentor se ha hecho en cierto sentido partícipe de todos los sufrimientos humanos. El hombre, al descubrir por la fe el sufrimiento redentor de Cristo, descubre al mismo tiempo en él sus propios sufrimientos, los revive mediante la fe, enriquecidos con un nuevo contenido y con un nuevo significado” (Salvifici Doloris, n° 20)

Ante la siempre pregunta “¿Qué haría Jesús?” es válido también añadir “¿Qué sentiría Jesús?”. Haciendo una analogía con el primer relato de la creación en Génesis 1, cada día de la creación termina con la exclamación y vio Dios que todo era bueno; por tanto, si todo lo que Dios hace es bueno, de igual manera, nosotros como imagen y semejanza, así como nuestro molde, nuestro trabajo también debe ser bueno. Entonces, si Dios hecho hombre en Jesús llora y se compadece del dolor de los demás, nosotros también, como imagen y semejanza de ese molde, podemos llorar y compadecernos por el sufrimiento de los demás.

Pero Jesús no se quedó solo en el llorar y compadecerse, sino que también hacía, que se verá en el siguiente post.

5 comentarios:

  1. Claro que Jesus me entiende y lo voy a sentir dependiendo de mi conexión con Dios, dependiendo de la sensibilidad que tenga, dependiendo que tan abierto esté mi corazón hacia El. Jesús siempre va a sentir nuestro dolor. Nuestro sufrimiento siempre va a estar conectado con el sufrimiento de nuestros seres queridos y con el dolor propio. Por eso dependiendo de nuestra relación con Dios vamos a lograr sentirlo a través de la oración, a través de nuetra fe, y nunca debemos dudar que El está con nosotros en nuestro dolor cuando un ser querido sufre ya sea algo emocional o dolor físico, lo que sucede es que perdemos la fe en muchas ocasiones, no aceptamos su voluntad y no entendemos que todo suvefe en el tiempo de Dios, no en el nuestro.

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  2. Que gran reflexión, a veces tendemos ver a Dios como totalmente ajeno a nuestro dolor, sin embargo es bueno recordar esto tan importante, que Dios entiende nuestro dolor e incluso nuestras debilidades y por eso Jesús nos invita a apoyarnos en él. Espero los futuros post. Bendiciones

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  3. Hola Wayler, gracias por tu comentario y reflexión, sin lugar a dudas un GRAN TEMA, sobre todo en este tiempo de tanto sufrimiento que vivimos como humanidad. Me parece fundamental presentar la imagen de Cristo resucitado como sentido de los sin sentidos que podemos vivir como seres humanos, esta es la locura y necedad que hablaban los griegos y judíos, de aquí que nuestra fe, esperanza y amor deben estar anclados en el fundamento de Cristo, nuestra vida.

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  4. Hola María

    Muchas gracias. Si, precisamente pensando en este año tan marcado en la humanidad como es el 2020 es que quise elaborar este tema!

    Vamos a ver que sale...

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